junio 10, 2011

SABER PERDONAR

LLENÉMONOS DE JESÚS

EL PODER DEL PERDÓN




Jesús nos enseño que debemos de perdonar sin tener remordimiento de los demas, debemos de perdonar sin pensarlo, debemos de ser concientes que, de nuestros actos somos responsables nosotros, debemos tener en nuestras mente que cuando cometemos actos que no gusten  a los demas las consecuencias de ellos son: si el perdonarnos o no, cuando perdonamos tendremos en nuestras mentes un alivio en el cual no habra remordimiento de parte del que perdona, citamos una de las hermosas palabras de Jesús con respecto al perdon, Mateo 18:21-22: Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. 


Simplemente debemos de perdonar siempre, no tener rencor, eso nos dice el versiculo de mateo, jesus nos enseño que DEBEMOS AMAR A LOS DEMAS




Reflexión
 
Cuando tenía la edad de 11 o 12 años, aproximadamente, jugaba con mis primos cuando iban al campo a visitarnos, porque allá vivía con mis abuelos.
En una ocasión hice una travesura de niño y una prima me acusó con mi abuela, fue tanto la ira que sentí, que na hablé con mi prima por casi dos años.
Antes de ser cristiano, el verdadero valor del perdón no se puede conocer por completo, cuando me reconcilié con mi prima fue un alivio que sentí. Ahora que sé que Dios me ha perdonado y me ha limpiado de todo pecado (1 Jn. 1:9), pienso, en que si volviera a ocurrir algun motivo donde tenga que perdonar, tengo que hacerlo de inmediato porque ya Dios me perdonó a mi.
La parábola del siervo despiadado, está resumido todo en el último versículo (35), del capítulo 18 del evangelio de Juan. Dios en su infinita misericordia perdonó a un mundo perverso y le dió la oportunidad de ser parte de su reino a cada pecador que se arrepienta. Nosotros tenemos a un modelo sumamente insuperable en cuanto a saber perdonar, y esa es la persona de Jesucristo. Jesucristo aún en la cruz, pide al padre que perdonara a los que le estaban crucificando, enseñó que había que amar a los enemigos.
Seamos simpre imitadores de Cristo, solamente en este aspecto, el Cristiano hará una gran diferencia. Pero si le imitamos en otros aspectos, el mundo se dará cuenta que nuestra ciudadanía no es de este mundo sino que nuestra ciudadanía es del cielo, como decía el apóstol Pablo.



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Solo se aceptan comentarios sin palabras indebidas.